¡Cumpleaños feliz!

¡Este año todas hemos cumplido 18! ¡Qué bonita edad! Pero que complicado preparar las fiestas, ¿¿verdad??  Cada una de las tres ha tenido mil historias, y eso es lo que voy a intentar resumir.

La primera fue la de Noe… la que preparamos con más tiempo y la que fue un lujazo (limusina incluida). Recuerdo el día que estaba en tu casa ( qué raro, ¿no?) y al irme mientras tu ibas a buscar no se qué tu madre me dijo corriendo: "Oye! Que vamos a prepararle una fiesta sorpresa, ya te llamaré". Y tiempo después sí, me llamó. Cuando me contó su idea me encantó y a partir de ahí empezó un montón de tiempo preparándolo a escondidas, tu madre llamando cuando estabas duchándote, yo contándoselo a la gente en clase mientras tu desaparecías, que eran pocas veces, hablando con los de primero sin que nos vieras, mandando privados a Edu, Paula, etc. Pero venía el gran problema, ¿qué regalarte? Se nos ocurrió un libro donde cada uno contaría algo de ti, te diría algo sincero, y a eso nos pusimos. Lo malo era hacerlo sin que te enterases, no sé como no lo viste… A Nuria casi la pillaste y mira que durante esos días no se separaba de su archivador y tu me preguntabas que a donde iba… a ver a la de dibujo… mm... ¿con el archivador? ¡Yo que sé, es Nuria! Era la frase que más repetí en esas semanas. En serio… las que liamos. Pero después de mucho tiempo preparándolo ya habíamos concretado detalles, ya habíamos hablado con todos, te habíamos comprado y preparado los regalos.

Y llegó el día! Todas monísimas porque no todos los días monta una en limusina. Esperando en la puerta a que la señora del cumpleaños bajara… y ella que no se quería arreglar, total, ¿para qué? ¡¡Pues porque había una limusina esperándote!! Ahí fue ya el caos, donde ya estaba claro que algo pasaba. Y finalmente baja Hannah Montana y su madre!!!! ¡Biennn!¡¡¡¡¡ FELICIDADES!!!!! ¡Tu cara al vernos a todos allí fue buenísima! Y corriendo, sin darte tiempo a asimilar lo que estabas viendo te metemos en la limusina. Las siguientes dos horas (fueron dos horas, ¿¿no??) no las olvidaré nunca. Cantando, bailando, haciéndonos fotos, saludando por Madrid y riéndonos. Creo que pasaste la tarde de forma muy diferente a como pensabas pasarla, que era estudiando. Y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos de vuelta en tu casa, parecía que todo había acabado, pero no, quedaba la segunda parte. La fiesta sorpresa que habían montado los chicos, que no sé cómo les dejamos, menos mal que estaba tu madre por ahí… Y… ¡¡Sorpresa de nuevo!! Ahí empezó una fiesta que como todas las fiestas tuvo cosas geniales, y cosas que mejor olvidar. Pero fue tu fiesta de los 18! Y lo pasamos genial, bailando, cantando con el karaoke, contando chistes, comiendo una tarta que no se quién había destrozado y disfrutando mucho. Pero la noche enseguida pasó dejando solo el recuerdo de algo que no se nos olvidará.

El segundo cumpleaños fue el de Nuria que fue bastante más improvisado (pero nada comparado con el mío). El escenario el mismo, solo que esta vez en el jardín, los invitados ligeramente diferentes y la protagonista distinta. Pero lo mismo, queremos hacer una fiesta, pero ¿dónde? En su casa no, en algún local tampoco… bueno pues en casa de Noe, para variar. Llamamos a la gente, la avisamos, a tu prima y sus amigas, a Pérez, a todo el que se nos ocurrió… Y quedamos para prepararlo, con todos los líos, poniendo globos, que se nos explotaban la mitad, preparando la música fuera. Se supone que nosotras habíamos quedado en casa de Noe, pero teníamos que buscar una excusa para que vinieras arreglada, la verdad es que no sé al final cuál fue, pero funcionó y llegaste a casa de Noe solo para encontrarte a todos detrás de la piscina como tontos… y de nuevo ¡SORPRESA! Nos lo pasamos muy bien también, haciendo lo de siempre, cantar, bailar, reirnos y hablar! Todo eso unido a la tarta, los regalos y el estar juntas hacen que tampoco nos vayamos a olvidar de ese día y de cómo tuvimos que recogerlo todo porque llovía…

Y finalmente el mío, ese que preparasteis en una tarde, ese que fue totalmente improvisado pero que al final fue perfecto, ese en el que sé que casi os da algo con todo el estrés… Yo solo recuerdo que me vino a recoger Carlos como en cada clase de autoescuela, y decidió cambiar de recorrido. Al pasar por el Jarama vi a Robert y a Ruben, pero no sospeché nada… (sí, ya os he dicho mil veces que al resto no os ví, no se como pero no…). Luego estuvimos por casa de Jorge y dije… lo mismo le veo, pero no, ¿cómo le iba a ver si él estaba en mi casa?. En fin que después de recoger a la otra chica veo que llego a casa y todo lleno de papeles en los que ponía felicidades y otras cosas asi… claro, ¡yo flipando! Y os veo a todos ahí, sentados en el jardín. No sabeis la ilusión que me hizo. Ahí empezó una noche inolvidable, en la que me lo pasé genial, lo mismo, cantando y bailando, riéndonos y haciendo mil bobadas (ejem… Noe… chocolate). Ya os lo he dicho mil veces, pero por una más no pasa nada. Gracias por ese día increíble!

Todo esto lo he tenido que resumir porque cada uno de ellos fue especial, cada uno tuvo mil anécdotas, cada uno fue increible y además seguro que cada una de nosotras lo recuerda diferente, lo único seguro es que todas lo recordamos y lo recordaremos por mucho tiempo…

Ah, por cierto, este año con irnos de fiesta a Madrid nos vale, no? No hay que complicarse tanto la vida que total… 19? Qué son 19?

Bea